Pago Chico y el casamiento de Laucha

sábado, 29 de diciembre de 2012


En este pequeño volumen (perteneciente a la colección Biblioteca de Oro del Estudiante, de Anteojito) se encuentran las historias Pago Chico y El casamiento de Laucha, ambas del escritor argentino Roberto Payró.
Los relatos costumbristas que presentan un lenguaje coloquial propio de los habitantes de la pampa, se centran en el pueblo de Pago Chico (Bahía Blanca), puede ser leída también como una crítica a la sociedad y a la política de la época. Con humor e ironía describe a los personajes enredándolos en un argumento realista que muchas veces colinda con la picaresca.
Más allá de este volumen, también se puede conseguir la obra completa de Payro de Pago Chico con los relatos: La escena y los actores, Libertad de imprenta, En la policía, El juez de paz, La elección municipal, Ladrillo de maquina, Beneficencia pagochiquense, Poncho de verano, Para barrabasadas..., Los patos, Metamorfosis, Con la horma del zapato, El caudillo, El desquite de don Inacio, Las memorias de Silvestre, Fiestas patrias, Poesía, Sitiado por hambre, El diablo en Pago Chico, ¡Guerra a Silvestre!, Altruismo, Libertad de sufragio, etc. Los más significativos para mí son: La elección municipal y El diablo en Pago Chico.
En La elección municipal, Payro nos cuenta una historia que hasta hoy mismo ocurre: el fraude electoral y los engaños entre políticos. Aprovechándose de la ingenuidad del pueblo, los políticos oficiales crean listas dobles y truchas. Haciendo juegos incluso entre ellos mismos, para sacar partido de la fama de unos sin incluirlos realmente a la boleta que ya se sabe ganadora. La manipulación de la prensa, que se puede ver en el primer párrafo, también acompaña al clima turbio de Pago Chico. Las barrabravas también tienen un inicio aquí, donde un grupo de subordinados oficialistas se juntan para realizar cantos a favor de ellos y en contra de los "cívicos" (oposición). Son muchas las comparaciones que podríamos realizar, pero sólo destacaré los últimas dos párrafos del relato, que son muy creativos y excelentes:

"Buscó largo rato lo que había de hacer... Todo se le presentaba impreciso. No podía resolverse a nada. No sabía. Entonces, en pleno reino de lo abstracto, sólo atinó a buscar su abstracción espiritual y sentimental más alta:
Se fue a ver a su novia.

En el Casamiento de Laucha, en cambio, desde la descripción de los personajes hasta el mismo final, se acerca más a la picaresca que al relato costumbrista.
Laucha,es un joven pobre al que no le gusta trabajar, que tiene varios vicios y que no sabe guardar el dinero. Yendo de pueblo en pueblo, sin futuro ni trabajo, conoce a doña Carolina, una viuda italiana que tiene un almacén y una buena fortuna. El pícaro de Laucho logra que ella lo contrate, y poco a poco gana su confianza, hasta que finalmente le pide matrimonio. Pero no es una boda real la que se realiza, ya que él tenía vergüenza de casarse con una "gringa", así que aconsejado por el cura, planea una boda falsa. Ya aquí vemos una crítica a la Iglesia. Cuando ya están casados, o al menos así lo cree Carolina, Laucha comienza a tirar el dinero de su mujer en los vicios que había acumulado hasta perderlo todo por completo. En una feroz pelea entre ellos, Laucha le cuenta que realmente no están casados y huye. Y así se queda Carolina, totalmente desamparada.
Para el final he dejado El diablo en Pago Chico, que es uno de los relatos de Payro que más me gusta. La historia nos ubica en precioso rancho en las afueras de Pago Chico, en donde viven apaciblemente una familia y unos cuantos peones. En un mediodía caluroso, llega un francés que estaba de camino, pidiendo un poco de agua. Se lo describe como muy rubio, con una mirada fiera y de ojos claros. Tomando mate y fumando un pucho, el extranjero les cuenta que en todo su recorrido a visto tierras desoladas por la sequía y con animales en muy malas condiciones, además de haber visto polvaredas. Ya cuando se va cabalgando, le avisan de que no tire el pucho encendido, pero éste poco entiende. Todos comentan en el rancho de la mala espina que les dio el extranjero con varias frases supersticiosas. A la noche, notan que el fuego se extiende por el campo. A pesar de las muchas maniobras que realizan para tratar de apagarlo, sólo pueden rescatar un par de objetos del rancho, para mirar como se consume todo. Terminando el relato, llegan a la conclusión de que el extranjero no era otro que Mandinga. Con el tiempo, descubren que en Pago Chico no pasó ningún francés, con lo que asienta el mito.
La pluma de Payró narra de una forma tan real los acontecimientos, que las historias toman un relieve muy significativo.

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